MOVIMIENTO FERROCARRILERO DE 1958

Desde principios de siglo la lucha sindical ferrocarrilera dada por el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), demandaba mejores salarios al gobierno, que era dueño de las vías férreas en México, e inmediatamente después el movimiento retornó pero ahora a la democratización sindical, debido a que sus dirigentes eran corruptos, esto por el fenómeno “charrista” originado en el gobierno de Alemán. Es decir buscaban elegir a sus dirigentes y la libertad sindical.

El 2 de mayo de 1858 se inició este conflicto con la reunión de la Gran Comisión Pro Aumento de Salarios (creada en febrero) integrada por los delegados de las secciones ferrocarrileras del país, destacando las de Matías Romero (Oaxaca), Tonalá (Chiapas), Río Blanco y Veracruz (Veracruz);  en la capital del país; y el 21 de mayo el gerente de Ferrocarriles Nacionales pidió a la asamblea un plazo de 60 días para resolver, regresando a los delegados a sus lugares de origen.

El movimiento se consolidó con la proclamación del Plan del Sureste el 12 de junio en Veracruz, con el que  los trabajadores exigían un aumento de $350 mensuales, que contrastaba con los $200 que el gobierno y los líderes del sindicato habían pactado y el estallido de paros escalonados a partir del 26 del mismo mes.

La primera manifestación de protesta se llevó a cabo el 28 de junio en la Ciudad de México; como respuesta los granaderos atacaron a los trabajadores y disolvió la manifestación, en esta contienda se registraron dos trabajadores muertos, cientos de detenidos y más de 60 golpeados y heridos. El 1° de julio Ruiz Cortines llamó a la gran comisión y les ofreció un aumento de $215 y se aceptó la propuesta al reconocer la no intervención de los líderes charros del sindicato. Sin embargo el líder gobernista del sindicato ferrocarrilero (STFRM) Samuel Ortega así como sus seguidores iniciaron una campaña en contra de la subversión.

Entonces la gran comisión propuso realizar la VI Convención Nacional Extraordinaria del sindicato y el 8 de julio renunció Ortega; en dicha convención Vallejo resultó electo (12 de julio), pero Salvador Quesada se erigió como líder atacando a Vallejo, así que los delegados de la convención realizaron paros a partir del 31 de julio mismo día en el que la CTM desconoció a Vallejo y el 4 de agosto se unieron en paro de solidaridad telegrafistas y maestros; ante la persistencia y crecimiento de la lucha, las autoridades laborales tuvieron que aceptar que hubiera elecciones sindicales, mismas que ganó por la abrumadora mayoría de 59 759 votos a favor y nueve en contra (votos para Quesada) Demetrio Vallejo militante del Partido de la Clase Obrera Mexicana (PCOM), el 27 de agosto de 1958.

El líder sindical Demetrio Vallejo continuó con la lucha, al plantear a la empresa el 28 de diciembre una revisión al contrato colectivo; sin llegar a un acuerdo con el gobierno de conseguir un aumento salarial. Se señaló el compromiso de revisión salarial con el nuevo Gobierno, por lo que se detuvo la lucha y se vivió una aparente calma por un pacto con el gobierno que tenía elecciones presidenciales en ese año.

El 25 de febrero de 1959, ya con el nuevo presidente (Adolfo López Mateos) los ferrocarrileros retomaron las negociaciones, sin embargo este tampoco resolvió satisfactoriamente ya que sólo aumentó el salario para Ferrocarriles Nacionales, por ello se vieron obligados a declarar la huelga, pues para entonces los ferrocarriles aún eran un transporte barato, importante y muy utilizado en nuestro país.

El 25 de marzo se sumeron a la huelga el Ferrocarril del Pacífico, el Ferrocarril Mexicano y el llamado Terminal de Veracruz demandando un aumento similar. La huelga es declarada inexistente y se declara paro solidario de media hora en los Ferrocarriles Nacionales. Al día siguiente el sindicato propone levantar los paros a cambio del cese a la violación del contrato colectivo, pero el 27 comenzaron los despidos y aun cuando se continuaban las pláticas con el gobierno se procedió a la detención de Vallejo, de Hugo Ponce y Alejandro Pérez,el 28 de marzo.

En la noche el ejército ocupó todos los locales sindicales e instalaciones ferrocarrileras arrestando a 15 mil personas y despidieron a 9 mil. EL 3 de abril se reprimió en la capital una manifestación popular en apoyo a los ferrocarrileros y se detuvo a más de 300 personas.  

El paro siguió desordenadamente hasta el 12 de abril, pero el día 15 el gobierno logró instalar una directiva sindical “charra”. Al restablecerse las labores, se inició la represión a los ferrocarrileros, muchos fueron despedidos y otros más fueron puestos en prisión, como el secretario general del sindicato Valentín Campa el 17 de mayo de 1960.

Con la presión gubernamental se separó el sindicato, en dos bandos enfrentados, los líderes representantes de los trabajadores combatiente y los nuevos líderes reconocidos por el gobierno y que estaban a su servicio.

Valentín Campa pasó más de diez años en prisión, asimismo el gobierno demostró su fuerza y que el desarrollo estabilizador favorecía a cierto sector de la población.  

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